Me la traían fritita entre dos altivas rosas, a una pobre margarita, tan sencilla y primorosa, porque era una flor furtiva...y olé. Las dos rosas: Señoronas. Y la pobre margarita en un rinconcito estaba, ella siempre calladita. Aguantaba y aguantaba igual que una cenicienta...y olé a sus banales hermanas. Una presumida rosa muy coquetona y supuesta ella, la miraba con desprecio muy postinera y muy orgullosa. Murmuraba :"Que qué hacía entre la grandeza, tan poca cosa..." La otra rosa, se veía que estaba "pelín" celosa de la pobre florecilla aquella que sembró el viento y no necesitó nunca ni manos de jardinero ni tronco que la elevase a cierta altura del suelo. Y un día llegó un pintor de esos pintores bohemios que, ignorando vanidades, andan plasmando en sus lienzos tanta grandeza sencilla...y olé que por la vida van viendo. Y la pobre margarita, cenicienta despreciada, se puso sonrojadita porque en el gran cuadro estaban unos pinceles nerviosos...y olé copiando su ...
La foto es bonita, envidio a la persona que haya hecho esa foto, pues ha estado alli.
ResponderEliminarMucho animo con tu nuevo blog.
S.
efectiva mente, una imagen hace mas que mil palabras, pero a las imágenes no se les puede hablar a las palabras sí, se pueden es cuchar, hay imágenes que transportan y hay queda su aporte,sordas, mudas, in oloras,sin vida, jejeejeje ¿ tan mal hablamos pregunto ? la foto es bonita, las imágenes las prefiero como las flores naturales. Un abracillo, luego vuelvo.
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